Cuando pienso en Ranita este lugar acude a mi imaginación. Los colores son más vivos aquí. Nos habla el agua al caer en pequeñas cascadas, el canturreo de aves, y las ramas de los pinos danzando con la brisa acogedora de esta refrescante escena.
Sí, es el estanque de Ranita. Es pequeño si uno tan sólo echa un vistazo, pero si nos paramos en su orilla nos daríamos cuenta de que ella no necesita más. Sentada junto a él me lleno de esperanza, y mi mente a veces aturdida deja de perderse en círculos triviales, viviendo el momento, por un ratito, lo suficiente para ver este charco medio lleno.
Me encanta el estanque de Ranita, es muy bonito e invita a perderse en ensoñaciones varias.
ResponderEliminarBesos!!
¡¡Gracias querida Isa!! Ahora cobra más vida que estás tu por aquí, feliz domingo ;)
ResponderEliminar:):) El estanque de Ranita se vuelve más especial con vosotras dos porque la vida siempre está a través de los ojos que miran, y en este caso, percibo ojos expectantes llenos de ilusion y esperanza. Un gran abrazo a ambas !!!
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